Cuestión de empatía

Felix-Hernandez-VENEZUELA
Foto: AP

Tomassina Pascuzzo

Desde La Tribuna

La noticia fue cruda: Félix Hernández no se uniformará con el equipo venezolano para el Clásico Mundial de Béisbol.  De inmediato, la matriz de opinión, tanto en medios de comunicación como por parte de los aficionados en las redes sociales no se hizo esperar.  La cuenta twitter del “King Félix”  recibió múltiples menciones acusándolo de traidor y otros adjetivos desagradables.  También se hicieron sentir las comparaciones de la MLB con la FIFA y los mundiales de fútbol y hasta el gran Lionel Messi salió a relucir.

Un artículo de Octavio Hernández para el diario Líder, en su columna “Ponche cantado” (el cual pueden encontrar en este enlace: bit.ly/XwkFae ), motivó un  intercambio de tuits con él.  Allí le hablaba sobre la empatía, por cuanto opino que es el mejor ejercicio para entender la decisión de Félix Hernández.

 

Según el Diccionario de la Real Academia, empatía es: “La Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro”.   Y es que solo pasando por la prueba de identificarse mental y afectivamente con el estado de ánimo de Félix puede entenderse el por qué de su proceder.  Desde nuestros espacios puede ser fácil decir que no le hace falta el dinero, que no siente la camiseta patria, y paremos de contar. Es peligroso e injusto ese ejercicio de proferir infinidad de opiniones peyorativas en contra de un ídolo que nos ha dado muchas líneas de alegría con sus actuaciones en el deporte más seguido por los venezolanos.

 

Está claro que buscar un reemplazo de la calidad de Félix en el roster de Venezuela no es factible, sin embargo no se debe anticipar el posible fracaso de la selección por su ausencia, especialmente cuando en los clásicos anteriores, el campeón no ha sido el que más estrellas ha sumado en el evento, sino simplemente el que como equipo supo hacer las pequeñas cosas bien.

 

Por ello, cuando Octavio en su tuit de respuesta parafraseó la frase bíblica “quien esté libre de pecado, que lance la primera piedra” no pude menos que estar de acuerdo.  Félix ha hecho grandes sacrificios para llegar al lugar que ha alcanzado, tiene un talento que se pierde de vista y ahora que se encuentra en un gran momento de su carrera, firmando el contrato de su vida, toma una decisión para bienestar propio y de sus más cercanos afectos.  Por ello, a quienes hoy critican al mejor pitcher venezolano de la actualidad, figura de los Marineros de Seattle y próximamente el lanzador mejor pagado de las grandes ligas, les invito con humildad a practicar la empatía, ponerse en sus zapatos, y  reflexionar sobre la decisión que hubiesen tomado en su lugar.

 

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