El Torneo Apertura arrancó hace dos semanas. Como ya se sabe, la capital cuenta con cuatro equipos (Caracas, Real ESPPOR, Deportivo Petare y Atlético Venezuela), los cuales juegan en dos estadios: El Olímpico de la UCV y el Estadio Nacional Brígido Iriarte.
En los meses previos al comienzo de la temporada, se hicieron trabajos de recuperación del terreno de juego de ambos escenarios. En la primera fecha se notó como la grama estaba recién sembrada, por el simple hecho de que en cada barrida salían volando pedazos de la misma. Además de eso, hay que decir que ha llovido mucho en las últimas semanas, lo cual no ayuda. Este fin de semana el Coso de Los Chaguaramos tenía dos zonas deterioradas, una en cada mitad. Ahora la pregunta es: ¿Los drenajes están funcionando?
Se sabe que el Brígido Iriarte se usa también para la práctica del atletismo, así es imposible que la chancha se mantenga en un estado óptimo, cada cosa debe ir en su lugar. El Gobierno Nacional está construyendo un centro de alto rendimiento para el atletismo en el estado Aragua, entonces: ¿El estadio de El Paraíso será usado solo para el fútbol? Ojalá.
La Federación Venezolana de Fútbol anunció que no se admitirá otro club en el Municipio Libertador mientras no se construya otro recinto o instalaciones futbolísticas, es una buena medida. Sumado a eso, hay escasez de canchas en la capital. Solo una de las escuadras caraqueñas tiene una ciudad deportiva, las demás deben alquilar canchas para poder entrenar.
Pero hay algo que no se escapa de todo esto: hace falta otro estadio en la capital, no solo para La Vinotinto (es la única capital de Suramérica que no puede presentar a su selección), también para los clubes que ya existen. Sin embargo, como bien es sabido no hay espacio, lo único que queda es ir hacia las afueras de la cuidad: Guarenas, Guatire, Charallave, entre otros.
Desde hace mucho tiempo se viene escuchando que se construirá un estadio en la capital del país pero ¿Cuándo lo harán? No se puede seguir perdiendo el tiempo. Mientras tanto, hay que cuidar y mantener lo que se tiene, por el bien de los futbolistas, del espectáculo, de todos.