Andrea Zeolla es una de las jugadoras venezolanas de fútbol que defendió en su momento los colores de la selección nacional, La Vinotinto, fue parte de una generación de atletas que dieron los primeros pasos para que la afición venezolana se sintiera más ligada al mundo Vinotinto y en especial al balón pie femenino, uno que lamentablemente y gracias a la ignorancia, ha sido alejado de los reflectores del mundo.
Zeolla fue miembro del equipo más famoso de Venezuela, el Caracas Fútbol Club, y tuvo la oportunidad de demostrar sus habilidades en el Viejo Continente como Italia, donde lució los colores del Ripalimosani y posteriormente España donde jugó en el UDG Tenerife B y en el UDG Geneto.
Pero a pesar de ello, vivió un parón en su carrera y se vio alejada de las canchas y cuando mucha gente se preguntaba qué había sucedido y dónde estaba esta esta defensa central y centrocampista, en Pantalla Deportiva tuvimos la oportunidad de conversar de nuevo con Zeolla y nos reveló su presente y lo que desea para su futuro en el mundo del fútbol, uno que no ha dejado, no piensa dejar y tiene grandes ambiciones en el mismo.
Zeolla ahora la rompe en el fútbol de salón
Si bien su primer amor fue el fútbol campo, ahora Zeolla está haciendo vida en el fútbol de salón, una situación que tiene muy ilusionada a la venezolana y que la mantiene motivada y enfocada en volver al nivel de antes e inclusive a estar mucho mejor.
«Llegué al futsal porque estuve viviendo un tiempo complicado en fútbol 11 (campo), no tuve acción de juego durante casi 8 meses, no jugué la temporada pasada por diferentes motivos, y sentí que perdí el amor por el juego…. Comencé esta nueva temporada jugando con un club en fútbol 11 pero no me adapté y me sentía estancada, sin rumbo».
«Finalmente me llegó una invitación del CFSF Teidaya (fútbol sala) y decidí aceptarla y hacer la pretemporada con el equipo. Alrededor de 1 mes fue el tiempo que compaginé ambas ramas, las dos modalidades y me fue súper bien gracias a Dios y decidí quedarme con el futsal».
El CFSF Teidaya se vistió de vinotinto al sumar a sus filas a una experimentada y gran jugadora como lo es Zeolla y desde su incorporación el equipo se ha visto mucho mejor ya que consiguieron el campeonato de la temporada regular con un puntaje perfecto, clasificaron al playoff y por ser primeras en la campaña regular tuvieron un salto al duelo de cuartos de final. Llegarían las semifinales en la modalidad de ida y vuelta, ambos cotejos fueron para el equipo de Andrea y consiguieron el tan ansiado trofeo de campeonas.
A todas por el ascenso en partido crucial este domingo
Actualmente el club se encuentra en instancias de poder conseguir un boleto al ascenso en donde están enfrentando al campeón de la Liga Autonómica de la Federación de Fútbol de las Islas Baleares, el San Pablo-Eivissa, con quienes ya empataron en la ida a 3 goles por bando y el 16 de junio es el duelo final por el ascenso para la segunda división española de fútbol sala femenino.
«Lo que más deseo ahora mismo es ganar el partido del domingo (16 de junio) para conseguir el ascenso a la segunda división, eso es lo más importante y lo que tengo en mente. Quiero seguir aprendiendo del futsal, mejorar, corregir; este es mi primer año y sé que tengo mucho potencial para desarrollarlo en esta modalidad y conseguir jugar la máxima categoría con el club donde juego».
Como bien se dijo antes, su primer amor fue el fútbol de campo y no es de extrañar que Zeolla siga muy ligada al mismo, y es por ello que en su interior sigue el debate sobre si volver o desarrollar una carrera en el fútsal.
«Ahora mismo tengo un debate conmigo misma con ese tema, ya que de 21 años de vida que tengo, 18 han sido para el fútbol campo, y son dos deportes totalmente diferentes aunque muchas personas no lo crean o sepan. Amo jugar al fútbol, amo el fútbol sala. Podría decir que si me lo permitieran, haría ambos».
La selección nacional es un sueño, una meta
Andrea Zeolla tiene bien claro lo que desea hacer en el presente y en el futuro con el balón pie, y es por ello que este nuevo resurgir en su carrera como jugadora, no lo piensa desaprovechar en lo absoluto.
«Esto es un resurgir, espero este sea un buen año y que esta nueva experiencia me ayude a volver a tener la motivación y determinación que siempre he tenido, algo que me ha caracterizado y así poder regresar a la mejor versión de mi misma. Además, quiero darle a todas esas personas que siempre me han apoyado, la alegría y el orgullo de verme siendo feliz jugando, divirtiéndome y disfrutando de este deporte que tanto amo y me gusta».
«Me encantaría en un futuro volver a la selección para poder transmitir toda esa alegría a mi país, a Venezuela».