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La semana pasada, específicamente el viernes, Venezuela quedó eliminada del Sudamericano Sub-20 que se está realizando en Argentina. A pesar de haber pasado casi una semana, dicho hecho noticioso sigue siendo analizado y dando de qué hablar.
El seleccionador nacional de esa categoría, Marcos Mathías, estuvo trabajando por un año con el grupo de futbolistas que viajó a tierras sureñas. En dicho período de tiempo se realizaron 16 módulos de preparación. Inclusive, también se disputaron dos torneos. Muchas críticas han llovido sobre el también asistente de César Farías, más que todo por el estilo de juego que tuvo el cuadro venezolano.
En el torneo Sudamericano, el combinado patrio mostró muy poco fútbol ofensivo, se usaba mucho el pelotazo y escaseó la salida a ras de piso. Si se disponía de jugadores como: Robert Garcés, Renzo Zambrano, Juan Pablo Añor, Robert Hernández, entre otros, (solo por nombrar a los centrocampistas) ¿por qué emplear el pase largo como el único recurso en ataque? En sus clubes, estos muchachos juegan a algo distinto. Además de eso, algunos futbolistas jugaron fuera de su posición natural: Víctor García por la izquierda, Machís y Zambrano pegados a las bandas, Josef Martínez de enganche, entre otros.
Este equipo fue un fiel reflejo de aquel conjunto que participó en el Sudamericano de hace dos años, aquel que fue liderado por Yohandry Orozco y Alexander González. Al igual que ahora, no había una idea clara. Si una selección se va a preparar durante un año para afrontar una competición de esa importancia, es para que tenga una mejor participación y demuestre mucho más. Este grupo de jugadores es uno de los más talentosos que ha tenido nuestro balompié. Hasta se puede decir que posee un nivel muy similar al del equipo que viajó a Egipto hace cuatro años.
Mathías ya ha dirigido en tres torneos Sudamericanos (dos Sub-20 y un sub-17) con el mismo resultado: Eliminación en primera ronda. En la opinión de quien escribe este artículo, con todo el respeto que se merece, el de Maracay debería dar un paso al costado y dejar el cargo. En ninguno de los torneos fue capaz de cumplir el objetivo primario: Llegar al hexagonal final.
Este deporte es de ciclos y el de Mathías al mando de la Sub-20 ya finalizó. Los resultados que obtuvo no fueron positivos ni los que se esperaban. Esto no es una cruzada en su contra ni nada semejante, se trata simplemente de buscar lo mejor para nuestro fútbol.