Desde hace muchos años, la capital del país ha carecido de estadios y canchas de primer nivel. Eso no es un secreto para nadie. Actualmente, el Brígido Iriarte y el Olímpico de la UCV no se encuentran en un buen estado y los cuatro equipos que juegan en la capital son los grandes perjudicados.
El fin de semana, en el coso de Los Chaguaramos, el Caracas FC empató con el Aragua. El estado del gramado era terrible, con muchas zonas sin grama, sin contar la cantidad de baches y desniveles que ya tiene. Esas fallas pueden causar lesiones en los futbolistas, además de que el fanático no podrá disfrutar de un buen espectáculo.
El Olímpico tiene un gran problema: el sobreuso. El Caracas y el Petare no son los únicos que los usan, también el cuadro de la UCV (el cual se encuentra en la segunda división), el equipo de rugby de dicha casa de estudio y sin contar los partidos inter – facultades, las caimaneras entre empleados, etc. El detalle es que el Rojo y los parroquiales son inquilinos, no son dueños de las instalaciones y los otros conjuntos tienen derecho de usarlas ya que son parte de la universidad.
Cabe recordar que, el 13 de febrero comenzará la Copa Libertadores en la capital, el CFC recibirá al Fluminense. Faltan dos semanas para eso y no hay esperanzas de que la cancha esté en buenas condiciones. Primero, la impresión que dará el Olímpico a nivel continental no será grata y segundo, no es seguro que en dicho cotejo se vea un buen espectáculo. Es una pena porque un evento futbolístico como ése no merece eso.
El caso del Brígido Iriarte es parecido. Ahí juegan dos equipos de primera división (Real ESPPOR y Atlético Venezuela) y dos de segunda (Estrella Roja y Atlético Miranda). Sumado a ellos, están los equipos de atletismo (lanzamiento de bala, jabalina, entre otros). El terreno tiene baches, zonas hundidas y muchos desniveles. El centro de alto rendimiento de atletismo de Maracay no ha sido terminado. Mientras no esté listo, el escenario de El Paraíso no solo será usado para el balompié, también va a ser usado para otras disciplinas. Sin embargo, a pesar de todo eso, la cancha está un poco mejor que la del estadio de la UCV.
En diciembre recibió trabajos de rehabilitación pero no por parte del ente encargado (el IND) sino por Atlético Venezuela, eso también es lamentable porque los clubes no son responsables del mantenimiento. Inclusive, también repararon cuatro cabinas de transmisión, las cuales fueron dañadas cuando los damnificados estuvieron refugiados ahí.
Cada año se vive esta misma situación y la solución parece estar muy lejos. No se aprovechó la Copa América para construir un estadio en la capital y ahora se están viendo las consecuencias. Hace falta uno, con mucha urgencia, el Ministro de Deporte Héctor Rodríguez habló hace un tiempo sobre un proyecto de construcción, ojalá se termine de concretar.
No puede ser posible que La Vinotinto no pueda jugar en la capital porque ninguno de sus escenarios futboleros está en aptas condiciones. Se requiere urgentemente de una solución, ya sea que mejoren el Olímpico y el Brígido o que se construya un estadio de primer nivel, Caracas no se merece los que tiene actualmente.