La búsqueda terminó. Luego de un profundo y minucioso análisis llevado a cabo por la plana mayor de Supersónicos de Miranda en lo extenso de los últimos meses, con la intención de hallar con la persona idónea que se hiciera cargo del equipo en la Superliga de Baloncesto (SLB), se llegó a la conclusión de que quien reunió todas las características pertinentes para ser el director técnico fue el español Manuel Povea.

Prensa Supersónicos.-

El andaluz cuenta con vasta experiencia como estratega en el baloncesto internacional, sobre todo en el continente europeo, donde desde 1984 ha tenido la oportunidad de dirigir a diversos clubes españoles y también portugueses.

De igual modo, cuenta en su currículo con el puesto de seleccionador nacional de Irak (2015-2016) y en Venezuela es conocido por haber tenido participación en la liga profesional al frente del conjunto Panteras, al que llevó a romper con una sequía de más de 12 años sin clasificar a la postemporada, conquistando el boleto a esta instancia en los últimos dos torneos (2018 y 2019).

Fueron precisamente estas actuaciones unas de las razones principales por las que la directiva supersónica se decantó por entregarle la responsabilidad a Manuel Povea, quien además es conocido por ser un forjador de nuevos talentos.

 “Para un entrenador profesional o de cualquier nivel, el hecho de ser escogido para orientar a un equipo, es un halago por la confianza que supone. Y cuando hablamos de un proyecto totalmente nuevo significa más, porque quien empieza quiere hacer siempre todo con la mayor ilusión, con la mejor intención y la máxima ambición posible”, manifestó Povea, sobre la responsabilidad que se le ha sido concebida.

En este 2020, el entrenador nacido en Puente Genil (Córdoba), estuvo dirigiendo al Araberri Basket Club, conjunto perteneciente a la LEB (Liga Española de Baloncesto) Oro, segundo circuito más prestigioso de la nación ibérica y que es auspiciado por la federación de ese país.

Ahora, le tocará emprender un viaje trasatlántico para volver a los tabloncillos venezolanos, un hecho que le causa mucha satisfacción por lo cosechado en sus experiencias previas.

“El basket venezolano es completamente distinto al europeo. Pude comprobar el excelente nivel físico, de intensidad y pasión con la que el jugador venezolano hace su juego y eso es importante para un entrenador, jugar con esas cartas y adaptar su filosofía a estas características”, manifestó “Manolo”.

Si bien Supersónicos de Miranda es un equipo totalmente nuevo, en su plantilla cuenta con un número importante de atletas y personal con los que Povea ya ha trabajado.

“Tenemos a Luis Julio y Abrouse Acosta, jugadores que he tenido bajo mi tutela en tres temporadas seguidas y conozco muy bien, tanto a nivel personal como a nivel de juego. Son dos tipos fantásticos, con los que puedes confiar y nunca te fallan”, contó el coach.

“En el periodo en el que yo he estado Luis ha demostrado ser un excelente profesional y además ha ido demostrando capacidades de liderazgo del grupo, aportando su experiencia y paciencia, sobre todo en los momentos complicados. Mientras que cada vez que entra en cancha es una ayuda de enorme valía”, prosiguió.

En cuanto a sus expectativas de inicio, Povea manifestó su entusiasmo por los planes que le mostró la directiva y espera poder colaborar con el crecimiento, no solo con la consecución de resultados dentro de las canchas, sino también con la búsqueda de una identidad y desarrollo del mismo para que sea sustentado a través del tiempo.

“Me gustaría poder apoyar el hecho de crear las condiciones necesarias para que este club pueda seguir creciendo y construir entre todos un futuro de máximo éxito”, dijo.

Para Argenis Mújica, gerente general de nuestro club, no fue difícil decidirse por Povea. Pues ha formado llave de trabajo con él en anteriores oportunidades y le convenció su filosofía.

“En Venezuela dejó buena impresión. Conozco de primera mano su filosofía y creo que es el más indicado para tomar las riendas de este equipo”, sentenció el directivo.

Povea aguarda por la reapertura del espacio aéreo o en su defecto la disponibilidad de un vuelo humanitario para trasladarse hasta territorio nacional y ponerse al mando del plantel lo más pronto posible, antes de lo que será el inicio de la primera Superliga, pautada para finales de octubre.