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A falta del partido que jugarán este lunes 3 de diciembre el Newcastle United y el Wigan, se puede da por concluida la fecha quince de English Premier League con bastante movimiento en la zona media de la tabla, encuentros entretenidos y algunos resultados bastante sorpresivos.
La primera «sorpresa» llegó el sábado muy temprano cuando el West Ham, en una remontada espectacular, goleó al Chelsea 3-1. Sorpresa entre comillas porque, como decíamos en la previa, no habría mejor momento que éste para que los Hammers lograrán un resultado positivo ante unos Blues que ya hilvanan 7 partidos sin victoria y con un Rafa Benítez que, en 3 jornadas a cargo, no sabe lo que es ganar. Mientras tanto, en el encuentro entre el vigente campeón, el Manchester City, y el Everton, lo sorpresivo fue que no ganaran los Toffees, que hicieron un partido muy serio y ordenado atrás y peligroso en ataque. Se adelantó la visita en el primer tiempo gracias a Fellaini y controlaron siempre, pero una leve mejoría del local en el complemento, y un penal muy dudoso, bastaron para que Tévez firmara las tablas.
El buen accionar del West Bromwich Albion esta campaña hace que su derrota, en condición de local, ante el Stoke City por 1 gol a 0 merezca ser calificada como sorpresiva. Este revés, sumado a un resultado más lógico (el 0-3 que propinó el Tottenham Hotspurs al Fulham en uno de los derbis de Londres), les provocó caer del tercer al quinto lugar.
En otros resultados que no extrañaron a nadie, el Liverpool ganó como local y por la mínima al Southampton en un partido que los Reds controlaron de principio a fin y en el que desperdiciaron numerosas ocasiones (dos postes incluidos), pero la apuesta descaradamente defensiva de la visita no hizo peligrar nunca el resultado; por su parte, el Queens Park Rangers y el Aston Villa empataron a 1, así, los villanos se mantienen fuera de los puestos del descenso y los Hoops tendrán que esperar otra semana para intentar conseguir su primer triunfo de la temporada. Y, finalmente, en un partido con poco que contar, el Norwich City ganó 2-1 en su cancha al Sunderland.
Que el Arsenal controle el balón, la posesión y los tiempos del juego no sorprende a nadie, tampoco que no convierta ese control en peligro y goles, y por esto cayeron en casa por 2 goles a 0 contra el Swansea en un partido que dominaron de principio a fin y en el que desnaturalizaron a los galeses, a los que no les quedó mas remedio que defender y salir a la contra, fórmula que funciona a la perfección cuando se tiene un killer como Michu, que ya suma 10 goles en la temporada y se codea con Van Persie y Luis Suárez.
Y, para terminar, en el encuentro mas sorprendente (por loco), entretenido e intenso de la fecha, el Reading y el Manchester United se cayeron a goles, y en sólo 35 minutos se selló el marcador que se mantendría hasta los tres pitidos finales, 3-4. Fue de esos partidos en que el vértigo tempranero no permite a ningún equipo asentarse en el campo ni ajustar marcas; cada balón parado cerca del área de un nervioso Lindegaard era un suplicio para los Devils, y cada aproximación de éstos era peligro inminente para los Royals. Así, el local se adelantó al ‘8 gracias a Kanú, remontaron Anderson y Rooney en los siguientes 8 minutos; Le Fondre y Morrison (ambos de cabeza tras dos tiros libre) alegraban a la grada local pero, finalmente, Rooney y Van Persie sellarían el resultado. El segundo tiempo no sobró, aunque los equipos se vieron mas concienzudos y menos osados; igual es de agradecer un partido así.