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Richard Páez ex-seleccionador nacional y que viene de entrenar al Millonarios de Bogotá, estuvo de visita en Ciudad Guayana y presenció varios entrenamientos de Mineros de Guayana, donde milita su hijo Ricardo David Páez.
En una de esas oportunidades charló con par de medios de comunicación de la ciudad, conversó de su futuro “Primero que nada en estos días aprovechar mi familia, a la nieta fundamentalmente a la cual tenía tiempo sin ver, en el plano del fútbol luego veremos que sucede, hubo algunos acercamientos, pero no nada concreto, las que se dieron no me sugestionaron al máximo para aceptar, pero hay posibilidades, de aquí a diciembre veremos que sucede”.
Luego de su experiencia en tres países (Venezuela, Colombia y Perú) se ve un Páez más experimentado “Bueno si, aprendizajes de fútbol diferentes, responsabilidades, pero uno no termina aquí de aprender este es un deportes que todas son verdades entonces uno no puede decir quién tiene la razón, hay que seguir empeñado en mejorar, en superar, en reconocer cosas buenas que se ha visto afuera como adentró y esperar que ese criterio que hoy tengo, que es indiscutiblemente superior a cuando estuve en la selección me lleve para darle más cosas a nuestro fútbol”.
Describa su paso por Colombia
“Bueno yo creo que todo fue una superación, fue una enseñanza vivir ese fútbol de alto nivel, como es el colombiano, mucho más con el reto de dirigir a uno de los mejores equipos que tiene Colombia, que posee la mejor hinchada, que realmente se pudo superar una crisis, porque cuando llegamos no era fácil dirigir a un equipo que estaba en ese nivel que estaba siendo uno de los grandes, hoy cuando nos fuimos lo dejamos con convicciones, con ideas, con identidad que es lo que fundamental que nosotros volvimos a sembrar allá en Millonarios”.
¿Hubo ingratitud en Millonarios?
“Lamentablemente no lo vieron, y es difícil cuando no lo ven, eso es lo que indiscutiblemente decidió al final mi salida, pero creo que se dejo el respeto el profesionalismo y las puertas abiertas para un futuro”
¿Qué fue los que más le gustó?
“La competencia, el nivel competitivo que tuvimos, dejar sembrado un estilo para jugar en Millonarios, que es lo que yo considero que debe jugar un equipo grande, es un equipo que durante mi comando jugó todos los cotejos para ganar, ninguno sin sentido especulativo para conservar un resultado o ir a la búsqueda de ganar como sea, lo digo ganar, gana cualquiera y gana como sea y uno acepta eso porque es lo pragmático del fútbol, pero jugar bien pocos”.
¿No le perdonaron la derrota ante Junior en la Final?
“Puede haber sido uno de los puntos, tampoco gustó haber hablado de una manera directa las dificultades que tiene un equipo grande como Millonarios, que se le exigen cosas grandes, pero no actúa internamente como tal, ya que faltan muchas cosas que mejorar, pero creo que todo esto va a servir para los que hoy están intentando reconstruir, seguramente van a tener que hacer todo lo que yo les recomendé para estar siempre en un plan protagónico”.
¿Siempre hubo un choque?
“Nosotros en Venezuela somos directos, somos francos no escondemos las cosas, creo que hubo cierto grado de sensibilidad acústica, el no entender como se podía decir eso directamente, yo creo que sencillamente que estaba haciendo realidad lo que estábamos viviendo en carne propia”.
¿Pega el retorno al fútbol nacional?
“Estoy con la intención de quedarme afuera, creo que en este momento mi interés es tratar de mantenerme a nivel internacional, si llego aquí a Venezuela es inicialmente con la idea de desarrollar la Academia, ayudando a los jugadores jóvenes que tienen formación, me parece que allí es donde puedo dejar en este momento mayores niveles de enseñanza”.
¿Diferencias en los tres países que ha dirigido?
“En Perú es un fútbol organizado que evidentemente sufre las consecuencias que el jugador peruano tiene, en el carácter del profesionalismo, tiene que mejorarlo, también hay dificultades con las características geográficas, que tienen sus estadios, sus ciudades, que son muy complicadas, hay seis ciudades por lo menos por encima de los 2.500 metros de altura, son partidos muy complicados, algunos en cancha sintética, entonces se le hace complicado al futbolista peruano conseguir un alto nivel y ritmo de explosividad a nivel internacional”.
“En Colombia los equipos son más tácticos hay mayor organización, un don y un talento natural y formación adecuada, un biotipo muy bueno, quizás la gran diferencia con el jugador venezolano que es donde yo creo nosotros competimos y a veces llegamos a ganarles, es en nuestra convicción mental, el jugador venezolano se cree todos los cuentos, es decir los cuentos para mejorar, para superarse, no importa las dificultades que hay, no importa que aquí la organización todavía esta en deuda, con lo que significa el fútbol profesional, la formación de nuestros jugadores sigue siendo deficiente, considero que el gran nivel de convicción mental que tiene el futbolista venezolano lo hace competir contra quien sea”.
¿Ricardo David ya realizó el curso de entrenador, lo ves entrenando?
“Ya esos jugadores cuando llegan a ese nivel de madures en la cancha, ya son entrenadores dentro del terreno, lo vivimos casi todos los que hemos pasado por esa vivencia, pero todavía le faltan unos años para jugar”.
Un consejo
“Que siga siempre fiel a su visión a su observación, pero que aprenda también de lo que escuche”.
Richard en los diferentes entrenamientos de Mineros de Guayana a los que asistió, compartió con varios de sus ex-dirigidos en la selección nacional, como Luis Vallenilla Pacheco, Giancarlo Maldonado, Alejandro Guerra y como no su hijo Ricardo David.