Múltiples muestras de pesar se han suscitado en las últimas semanas en decenas de ciudades de todo el planeta.
(Caracas, 23 de febrero de 2016).- Seis semanas han transcurrido desde que el mundo recibió con dolor la terrible noticia de la partida del jinete venezolano Andrés Rodríguez Gómez.
Durante los días posteriores a su muerte en muchos rincones del planeta se han dado muestras de pesar y luto por esta pérdida irreparable.
Andrés pasó por muchas canchas y corazones dejando la huella que sólo una actitud como la de él, dibujada con una sonrisa franca y abierta podían haber dejado.
En decenas de ciudades de Latinoamérica, El Caribe, Estados unidos y Europa las canchas dedicadas al deporte ecuestre mostraron luto al izar a media asta las respectivas banderas, misas y encuentros para recordarlo y hacerle los honores correspondientes han sido llevadas a cabo en decenas de ciudades y en varios idiomas.
Además, fue honrado de manera póstuma en el acto inaugural del evento “CP Wellington Masters” en Florida, Estados Unidos, en el cual se hizo una presentación especial durante el “Premio de Estilo M. Michael Meller” y se entregó un reconocimiento a su viuda Clementine Goutal, al igual que a su Manager, Carmen Barrera, antes de la Copa mundial de Salto de la FEI.
Andrés fue una de las piezas fundamentales para que Venezuela conquistara dos de los cupos de esta disciplina deportiva para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016; y se había posicionado en el ranking Top 30 de salto de obstáculos del mundo, destacando en sus proezas un estilo inigualable y admirado por todos.
Rodríguez, de 31 años, cariñosamente conocido como «Chepito» se declaraba un hombre feliz, en una de sus últimas apariciones a la prensa expresó con el ímpetu que lo caracterizaba: «Es un día increíble! Se podría decir que sólo hay una persona que podría ser más feliz que yo hoy y ese es el ganador. Apostaría que soy más feliz!», palabras que expresó después de ganar la medalla de plata individual en los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá, el año pasado.
Un ejemplo de su forma distinta de hacer deporte fue cuando en el “Irlanda Dublín Horse Show”, luego de hacer un salto impactante se retiró la chaqueta mostrando debajo de la misma una camiseta de rugby IRF y al galope corrió por la arena de la cancha entre aplausos de una multitud sorprendida.
«Era una persona muy disciplinada y entregada por completo a este deporte. Siempre fue amante de los caballos y no dudada en dar y compartir algunos consejos con los muchachos que estaban iniciando. Realmente es una gran pérdida», declaró Francisco Mendoza, director técnico de la Federación Venezolana de Deportes Ecuestres.
Rodríguez representó a Venezuela en dos ocasiones a nivel de campeonato mundial, en los Alltech FEI World Equestrian Games 2010 en Lexington, Kentucky (EE. UU.); y los Juegos de 2014 en Normandía (Francia).
Su primer gran éxito fue en 1996, cuando ganó el campeonato de Salto infantil de la FEI. Luego se alzó con medalla de oro en salto de equipo y la plata individual en los Juegos Bolivarianos en Lima, Perú 2013; el oro junto a su equipo en los Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez (PUR) en 2010; y el oro individual en los Juegos Suramericanos en Medellín (COL) del mismo año.
Nacido en Venezuela, se trasladó a Europa después de graduarse de la escuela para entrenar con Nelson y Rodrigo Pessoa. Más recientemente, se basó en París, Francia, para la temporada de verano y en La Florida para el invierno, donde fue entrenado por la leyenda del Salto irlandés Eddie Macken.
La energía contagiosa de Andrés Rodríguez Gómez será un ejemplo para las siguientes generaciones acerca del buen hacer de un joven, que no sólo hizo reír a los que tenía cerca sino que siempre apoyó y se preocupó por los demás y por su país natal.